El deporte y el cuidado de la piel

Hacer deporte es sano, necesario y beneficia a todo el organismo. Sin embargo, la práctica habitual de deporte puede conllevar algunos riesgos para la piel, como la aparición de quemaduras por el sol, irritaciones causadas por el sudor o el agravamiento de problemas como la rosácea o las arañas vasculares. Todos estos problemas se pueden prevenir si se realiza deporte de la manera adecuada y se tienen en cuenta una serie de consejos para el cuidado de la piel.

Deporte al aire libre y protección solar

Muchas personas apuestan por el deporte al aire libre. Actividades como salir a correr, la práctica del ciclismo o simplemente caminar durante una hora todos los días son cada vez más habituales para muchas personas que, tras pasar todo el día en un trabajo entre cuatro paredes quieren respirar un poco de aire fresco a la vez que realizan ejercicio.

Durante el verano casi todo el mundo es consciente del peligro del sol y se toman precauciones para evitar quemaduras. Pero cuando llega el otoño muchos parecen olvidar que el sol sigue estando ahí, aunque no lo percibamos con la misma intensidad y no nos broncee la piel. Utilizar un factor de protección 30 cuando se practica deporte al aire libre es lo más recomendable para evitar problemas como manchas en la piel debidas al sol, el envejecimiento prematuro de la piel o incluso la posibilidad de desarrollar melanomas.

Las irritaciones cutáneas y el deporte

Una de las consecuencias del deporte es la sudoración. Al sudar el cuerpo elimina agua, pero también minerales y toxinas que pueden causar irritaciones en las pieles sensibles. Esto es especialmente problemático en personas que ya sufren problemas de piel como la dermatitis atópica.

Tampoco es beneficioso el sudor para quienes padecen acné, que ven como los granos se pueden agravar durante la práctica del deporte. No se trata ya solo de la sudoración, sino del roce de las prendas deportivas o incluso de los movimientos que se hacen en determinados ejercicios que pueden causar la ruptura de los granos, lo que facilita que puedan producirse infecciones.

Problemas como la rosácea se agravan no solo con el sudor, sino con el aumento de la temperatura en la piel. Las personas con rosácea deben de evitar el practicar deporte al aire libre, haciéndolo en salas acondicionadas en las que pueden refrescarse más fácilmente.

Es frecuente que, debido a los esfuerzos que se producen durante la práctica del deporte, las personas con tendencia a los problemas vasculares puedan acabar con las llamadas arañas vasculares, que son vasos que se rompen y que dejan sobre la piel antiestéticas marcas.

Consejos básicos para el cuidado de la piel con problemas durante la práctica del deporte

  • Se aconseja que antes de realizar deporte se limpie bien la piel de todo rastro de cremas, maquillajes o perfumes ya que este tipo de sustancias pueden potenciar las irritaciones. La única excepción sería el protector solar en caso de realizar deportes al aire libre.
  • Tener a mano una toalla limpia para el sudor es una buena idea, ya que se evita la acumulación en la piel. Eso sí, no se debe de frotar la piel con la toalla, solamente enjugarse el sudor suavemente.
  • Utilizar agua termal en spray para refrescase. Esto es especialmente recomendable en la piel del rostro, muy delicada. Es una gran ayuda cuando se sufren problemas como la rosácea o las irritaciones.
  • Cuando se tienen problemas de enrojecimiento de la piel y se practica deporte en el interior se aconseja hacerlo en una sala con aire acondicionado o con un ventilador que apunte al rostro para evitar el acaloramiento excesivo, el cuál es muy perjudicial para este tipo de problemas.
  • Al acabar la práctica del deporte hay que ducharse con un gel con un pH neutro y aplicarse crema hidratante en todo el cuerpo.
  • Es imprescindible beber durante la práctica del deporte y una vez finalizado el mismo para recuperar los líquidos perdidos e hidratar el organismo y la piel.

Algunas soluciones de la dermatología y de la dermatología estética para estos problemas de piel

El dermatólogo es el médico especialista de la piel y el encargado de tratar problemas como la dermatitis, la rosácea o el acné. Pero no solo nos puede dar las indicaciones para el cuidado diario de la piel o recomendarnos aquellos productos más adecuados para el tratamiento de los problemas específicos de cada persona. También nos puede ofrecer ayuda desde el punto de vista de la dermatología estética.

La dermatología estética permite tratar problemas como las rojeces en la piel causadas por las arañas vasculares o la rosácea mediante el uso de láser pulsado. Esta técnica es también eficaz en el tratamiento de las cicatrices dejadas por el acné consiguiendo eliminar las menos profundas y atenuar las más marcadas.

Aunque la rosácea no tienen solución y las rojeces pueden volver a aparecer con el paso del tiempo, esta técnica consigue aliviar mucho el problema logrando una gran mejora estética en el paciente.

Posted by Javier Garcia

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